El blanqueamiento dental forma parte de los tratamientos de estética dental y, como tal, son premisas necesarias que el dentista te aconseje el mejor procedimiento y darte las pautas a seguir antes y después de realizarlo.

Lucir una sonrisa blanca produce mejor impresión y mejora tu aspecto y presencia en cualquiera de los ámbitos de tu vida, tanto a nivel personal como profesional.

Requisitos que debes cumplir

Unos bonitos dientes se consiguen mediante técnicas que solamente aplica tu odontólogo o supervisadas por él, aunque las realices en casa, ya que debes seguir algunas pautas para que su resultado sea óptimo:

• El odontólogo decide qué técnica te conviene más, según evalúe cuál es la situación de tus dientes y salud de tu boca.

• Realizará un diagnóstico previo, ya que debe estar seguro de que no hay peligro para las encías, los tejidos blandos o los dientes.

• Puedes sentir mayor sensibilidad al calor o frío, horas después del tratamiento. Sabiéndolo, debes evitar tomar alimentos demasiado fríos o calientes, horas después.

• Hay alimentos y bebidas que pueden cambiar el color de los dientes y darles tonalidades más amarillentas, como el café o el vino. Asimismo, destacamos hábitos como el tabaquismo ¡Cuidado con los consumos!

• Una adecuada higiene dental te ayudará mucho a mantener el buen color de tus dientes.

Después del tratamiento

• Evita consumir este tipo de alimentos que manchan tus dientes (vino, café, frutos rojos…) y reduce o elimina el hábito de fumar.

• No consumas alimentos ácidos durante las horas posteriores al tratamiento.

• No uses pintalabios oscuros inmediatamente después del blanqueamiento, para evitar que el pigmento entre en contacto con el diente.

Los dientes vuelven progresivamente a mancharse, pero, si mantienes una adecuada higiene bucal, visitas al dentista al menos dos veces al año y te realizas una vez al año el tratamiento de blanqueamiento, puedes lograr unos dientes blancos durante mucho más tiempo.